Hace casi diez años, el Templo de San Juan Nepomuceno sufrió daños importantes tras el paso de diversos huracanes.
El cielo falso colapsó y, desde entonces, al mirar hacia arriba solo podía verse la estructura expuesta y el techo de losa, dejando al templo con una apariencia incompleta, fría y poco digna para la liturgia y el encuentro comunitario.
Con este escenario, surgió la necesidad no solo de reparar:
era momento de pensar en una restauración integral del espacio.
Antes de intervenir, se realizó un análisis completo del estado actual:
Estabilidad del techo y estructura existente
Condiciones de iluminación natural y artificial
Circulación interior durante las celebraciones
Visibilidad del altar y zonas litúrgicas
Acústica y sensaciones del espacio
El objetivo no solo era “volver a poner un techo”, sino recuperar el carácter sagrado del lugar, respetando su identidad y proponiendo mejoras que lo hicieran más funcional y bello.
La restauración contempló varios ejes:
Se diseñó un nuevo sistema de cielo falso, contemporáneo pero respetuoso del lenguaje del templo, buscando:
Mejorar la acústica
Incorporar iluminación integrada
Generar una sensación de mayor amplitud
Evitar sobrecargar visualmente la arquitectura existente
El altar es el corazón del templo.
Por ello se propuso:
Reconfigurar niveles y geometrías
Mejorar la iluminación focal
Integrar materiales nobles y durables
Dar mayor jerarquía visual al presbiterio
La intención fue lograr un altar más legible, solemne y luminoso, acorde a la vida comunitaria del templo.
La iluminación anterior era insuficiente y muy localizada.
El nuevo diseño contempló:
Iluminación general suave y homogénea
Luz puntual en elementos litúrgicos
Acabados que reflejan la luz de forma cálida
Un balance visual entre la luz artificial y la natural
Con ello, el templo recupera una sensación de acogida, claridad y orden.
La restauración del Templo de San Juan Nepomuceno no solo recupera un edificio:
recupera un lugar vivo, un punto de encuentro para la comunidad, un espacio que ahora vuelve a expresar dignidad, calma y sentido.
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